¿Cómo despertar la pasión en el trabajo?
El mejor de los escenarios para cualquier líder es contar con un equipo de personas a quienes les guste su trabajo y que lo hagan con esmero y – por supuesto- con pasión.
La palabra pasión proviene del verbo en latín, “patior”, que significa sufrir o sentir. Implica sentir fuertemente afinidad hacia una persona, tema, idea u objeto. Así, la pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo.
Robert Vallerand, expresa una definición interesante sobre que la pasión es una fuerte inclinación hacia una actividad que nos autodefine y que es de carácter agradable, que se considera importante y en la cual se invierten cantidades significativas de tiempo y energía. También establece una diferenciación importante: entre lo que él denomina : Pasión Armoniosa de la Pasión Obsesiva, ambas logran diferenciarse por el impacto que supone para quien las posee. Quienes sienten pasión armoniosa hacia su trabajo disfrutan de sus tareas y experimentan esa agradable sensación de fluidez, aún frente a situaciones de cambio e incertidumbre. Controlan cuánto trabajan y no dejan que el trabajo invada el resto de sus vidas.
Para las empresas el no poder contar con personas apasionadas implica menor productividad y baja moral, y –finalmente- ambos estados repercuten en la pérdida de ingresos. Por otro lado, la pasión se convierte en una actividad que logra definir el tipo de personas que somos y seremos.
Desde la óptica de los empleados, su comportamiento desapasionado, significa menores niveles de satisfacción laboral y compromiso organizacional, mayor reticencia a cooperar con los esfuerzos corporativos de cambio y propensión a experimentar emociones negativas.
Si los seres humanos somos buscadores de sentido de vida, tal como lo definió Vicktor Frankl, las empresas deberían contribuir activamente para que sus colaboradores puedan encontrar un sentido trascendente a su trabajo, a través del cual lograrán que los mismos se conecten con su motivación intrínseca.
Ello implica encontrar el motivo que les posibilite afrontar todos los diarios contratiempos. Es un hecho que quien está apasionado por su trabajo, no mira el reloj constantemente para chequear cuánto tiempo falta para dejar sus tareas diarias.
Una tendencia que se viene instalando en las organizaciones, es la de enfocar los esfuerzos para potenciar los estados de bienestar ,felicidad y alegría, con la convicción que al desarrollar dichos estados, será posible además desarrollar las virtudes y fortalezas de quienes integran su capital humano.
Recordemos que la visión de una compañía es el ”¿para qué?”, es decir, una imagen realista y atractiva del futuro que se desea alcanzar teniendo en cuenta este nuevo paradigma.
Ahora más que nunca, establecer claramente la visión, misión y valores permitirá definir la estrategia para el logro del contexto apropiado para que las pasiones individuales encuentren espacio para su desarrollo.