Edie Weiner y Arnold Brown en su libro: “Future Think” establecen un método para anticipar los cambios, utilizando un abordaje multidisciplinario.

Lo único sobre lo que es posible tener certeza es que el futuro es incierto, tanto para las personas, como para las organizaciones. Los lugares cambian, las personas cambian, nada es exactamente igual que hace poco tiempo atrás.

Sin lugar a duda, el presente tiene implicancias en el futuro y la definición de estrategias permiten planear el futuro, aunque lo único con lo que se cuenta son con probabilidades.

Una de las alternativas para predecir el futuro es la de planear escenarios. Resulta interesante recordar que al hacer esto, podríamos estar alterando lo observado, tal como lo ha demostrado Heisenberg, con su principio de incertidumbre. El tener una visión creativa aporta la posibilidad de enfrentar los desafíos con las mejores herramientas y flexibilidad. Entonces, la creatividad resulta ser un excelente antídoto en tiempos de incertidumbre.

Las personas, empresas y organizaciones necesitan diseñar una visión de futuro. Al hacerla, es necesario aceptar que esa elección, deja de lado otras opciones, por lo que toda visión lleva implícito un costo a pagar, el costo de elegir. Otra de las situaciones que surgen es que para lograr resultados, habrá que abandonar la zona de confort, dejar de lado la certeza de lo conocido. Lograr un cambio requiere el esfuerzo para llegar a la meta, y el esfuerzo de sostenerlo en el tiempo. En la ejecución de los planes se suelen cometer tres grandes errores.

Es bueno tener en cuenta que la resistencia será uno de los obstáculos, frente a la posibilidad de cambio. Es necesario encontrar caminos que colaboren a abandonar los estereotipos y el pensamiento de autocomplacencia.

Muchas empresas, tienen habilidades para generar planes a futuro, pero el gran desafío es pasar a la acción, el no ponerse en acción pone en evidencia que esos planes deben ser revisados, para que se transformen en aliados.

Los planes deberían ser flexibles, para ir realizando ajustes ante los imprevistos pero, manteniendo en la mira la visión de futuro.