Aquellas organizaciones que han logrado generar una apropiada distribución y gestión del conocimiento dentro de sus estructuras sin duda lograron una ventaja competitiva importante. Para ello son esenciales las relaciones sociales.
Las redes sociales corporativas posibilitan que gran cantidad de personas se identifiquen con una causa, interés u objetivo común, y hasta la difusión de experiencias dentro de un departamento o sector determinado. Además, las redes sociales adquirieron un papel preponderante en la búsqueda laboral y la generación de vínculos profesionales. En tal sentido el desafío para el área de RRHH es generar una cultura de redes, mostrando sus beneficios
Es innegable el contexto de transformación digital, en el que estamos todos estamos inmersos, tanto personas, como organizaciones. Esta transformación, desde lo presencial hacia lo digital, no solo es necesario puertas hacia afuera, para los clientes, sino también para los clientes internos. En este sentido, las redes sociales corporativas suelen transformarse en una excelente herramienta y cada vez más empresas apuestan a valerse de ellas y sus consiguientes posibilidades. Los avances de la tecnología pueden ofrecer grandes ventajas, debido a que la masificación las soluciones tecnológicas cada vez resultan más accesibles, no son necesarias grandes inversiones en infraestructura y equipamiento. Los primeros pasos hacia la cultura digital fue a través los emails hace ya muchos años (o no tantos…). Los generaban mensajes que se generaban a través del e-mail, hoy eso se transforma en contenido directo. Esto posibilita la reducción de tiempo al momento de acceder a la información.
Un estudio realizado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) descubrió que las nuevas generaciones casi no usan el e-mail para comunicarse con sus amigos y familia; sino que cada vez más, utilizan las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, Instagram, Snapchat, Skype (la lista continua y continuará…). Con la irrupción de las nuevas generaciones en el mercado laboral, las empresas que siguen usando antiguas tecnologías, como únicamente el e-mail, como principal vía de comunicación, ven restringida su capacidad de contratación y retención de sus talentos.
Las principales ventajas de las redes sociales corporativas son las siguientes:
Según un estudio realizado por el McKinsey Global Institute en 2012 las compañías pueden incrementar la productividad de sus empleados, a través de la utilización de tecnologías, de un 20 a 25%.
Para que las redes sociales corporativas funcionen adecuada y efectivamente, es fundamental acompañar y preparar a los colaboradores para lograr su adopción. Este cambio involucra revisar la cultura interna, mudando hacia un modelo de cultura más colaborativa. Siempre el foco estará puesto en potenciar resultados a nivel laboral, pero además las redes pueden contribuir a que los empleados con intereses afines personales, como deportes o hobbies puedan vincularse, inclusive en diferentes lugares geográficos.
La creación de grupos de trabajo, con objetivos muy específicos e integrados especialmente por equipos transversales es clave para facilitar el uso de la red. Los empleados irán descubriendo todas sus funciones, incorporándola gradualmente en su día a día e identificando incluso nuevos procesos a trabajar en ella.
Por supuesto, también será necesario implementar un espacio en el que esté incluido toda la organización, en donde encontrar información como:
En este espacio sería interesante compartir si ustedes conocen alguna buena práctica que hayan utilizado para implementar la red social corporativa en sus organizaciones y qué tipos de grupos se les ocurre que sería interesante habilitar en dicha red a fin de potenciar sus beneficios.