Los nuevos paradigmas en la gestión de RRHH: “Flexiseguridad”

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Resulta bastante difícil conciliar en una misma palabra dos términos que en el ámbito laboral siempre han funcionado como opuestos: flexibilidad y seguridad. Implica un tipo de seguridad dinámica, que apunta a actuar en un contexto donde se suceden las rápidas transformaciones de un mercado globalizado. 

El concepto flexiseguridad ha surgido en Holanda, en los años ochenta, luego se trasladó a Dinamarca con gran éxito. Allí surgió lo que se denominó “triángulo dorado danés”. En este triángulo pueden observarse los siguientes vértices

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Elementos importantes a tomar en cuenta para analizar el modelo:

  1. Empresarios con dosis óptimas de flexibilidad
  2. Mayor nivel de seguridad a los empleados, desde el punto de vista de la protección de seguridad social y en materia de estabilidad laboral (empleo).
  3. Impuso del desarrollo de políticas activas de reingreso en el trabajo, con mayor flexibilización en la contratación y las desvinculaciones (siempre dentro del marco legal, por supuesto).

 Este nuevo modelo laboral apunta a consolidar la competitividad de las empresas, activo de fundamental importancia e impacto para las organizaciones actuales. Supone la adecuada fusión de grandes dosis de flexibilidad laboral, y de nuevos o perfeccionados elementos de seguridad en el empleo.

Las demandas de los contextos actuales implican para las universidades una toma de posición frente al balance que se les plantea entre intensificar su compromiso en la formación de profesionales, o la influencia de la economía de mercado global. Resulta importante mencionar que las nuevas generaciones han sido testigo de que la estabilidad de lo convencional puede transformarse en una pesada carga. El  rol de protagonismo que asumen los profesionales actuales exige un adecuado balance entre la energía creativa fuera de lo establecido y en pos de los sueños, y el éxito material y profesional.

El acceso al conocimiento posibilita la movilidad social de las personas que integran las sociedades. Los complejos contextos actuales requieren de una fuerza de trabajo altamente entrenada en ese sentido.

El concepto de flexiseguridad, resulta interesante la búsqueda de nuevas formas de contratación, sin vulnerar los principios y las bases del derecho laboral de cada país, buscando asegurar empleo digno y condiciones razonables, capacitación y reconversión permanentes. Esta seguridad flexible, debe ir acompañada por un cambio en la sociedad,  que permita un sistema de relaciones laborales menos rígido, generando un tipo de empleo más sano y resistente a los ciclos de mercado

Sin lugar a dudas, en los contextos actuales de alta competitividad se necesitan profesionales con habilidades que posibiliten la flexibilidad de pensamiento para poder resolver los conflictos y desafíos de contextos de incertidumbre.

Los estudios realizados por la OCDE y la OIT muestran estos resultados socioeconómicos:

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Escribir para reflexionar sobre este tema es muy importante, teniendo en cuenta que la ley de contrato de trabajo en la Argentina, responde a un marco viable para los años 50 y 60. Desde ese punto de partida, entonces sería importante asumir que el cambio podría crear más y mejores oportunidades y condiciones de trabajo, para vencer el desempleo la pobreza y la indigencia.