El potencial de los vínculos entre los empleados, las conexiones personales y profesionales, entre los miembros de la misma organización o fuera de ella, posibilita un alto grado de innovación.
Para lograr la creación de valor, es fundamental descubrir la capacidad y competencia con las que cuenta la organización, esto implica una orientación hacia su interior. Las personas cobran un papel diferente y se convierten en una pieza clave.
Para que se produzcan aprendizajes a través del proceso educativo y las experiencias laborales son necesarias las relaciones sociales.
El interés en el capital social, trae aparejada la idea de extraer beneficios de las relaciones sociales que establecen los individuos
El constructo capital social, ha sido investigado, definido y conceptualizado por el sociólogo Bourdieu, su definición era: “El capital social es el conjunto de recursos actuales o potenciales relacionados con la posesión de una red durable de relaciones más o menos institucionalizadas de entre-conocimiento y entre-reconocimiento; o, en otros términos, con la adhesión a un grupo”. Otro que ha trabajado con el tema de capital social ha sido Coleman, a diferencia de lo que propone Bourdieu, pone el énfasis no en las relaciones sociales, sino en la estructura de las redes en las que está inserta la persona.
Resulta importante destacar que el capital social involucra la cooperación entre dos partes, y que a veces esos contactos dan lugar a situaciones negativas.
Para que exista el capital social, son necesarias las redes, las que involucran a gran cantidad de personas que se identifican con una causa, interés u objetivo común. Una red posibilita la difusión de experiencias dentro de un sector y la transferencia de destrezas.
Cada persona tiene su propia red de contactos, el desafío de las empresas es poder generar conciencia acerca de cómo el compartir estas redes resulta en beneficio de las personas y de las organizaciones.
Pasar de una concepción individualista, a una concepción de redes sociales, es el desafío para el área de RRHH. De esta manera el beneficio será para todos.
Finalmente, es bueno resaltar que el capital social se acumula, se crea, se mantiene y se destruye, y es el único capital que si se comparte, además se desarrolla y multiplica.