Las viejas concepciones utilizan el término recurso humano, basándose en la idea de un hombre como un “sustituible” como un engranaje más de la maquinaria de producción, en contraposición con esta concepción surge la idea de que las personas son indispensables para lograr el éxito de una organización. Utilizar el término recurso humano implica catalogar a la persona como un instrumento, sin tomarla en consideración como el capital principal, el cual posee habilidades y características que le dan vida, movimiento y acción a toda organización. Por eso surge la gestión del talento humano. Es importante resaltar que la pérdida de capital o de equipamiento posee como vías posibles de solución la cobertura de una prima de seguros o la obtención de un préstamo, pero la fuga del talento humano es irrecuperable.
Sin lugar a dudas la inversión en personas es una actividad rentable
Gestionar el talento implica establecer una cultura para que la organización se enfoque en la mejora continua de todos los miembros. Llevar adelante este proceso apunta a lograr la mejora de organización en sí misma, para así ser capaz de adaptarse a los cambios del entorno. Según Martha Alles, el modelo de gestión por competencias se basa en tres subsistemas: Selección (para que solo ingresen personas que tengan las competencias deseadas), evaluación del desempeño (para conocer los grados de competencias de cada integrante) y desarrollo (capacitación).
Uno de los beneficios de gestionar el talento interno es que esta actividad resulta motivadora para el resto de los miembros, en cambio si ven que el premio es debido a alguien que viene de fuera, el efecto probablemente sea desmotivador. Si el éxito en una organización se consigue por el desarrollo interno produce más satisfacción que el hecho de incluir un factor externo.
Quien trabaja en el área, sabe que toma años reclutar, capacitar y desarrollar el personal necesario para la conformación de grupos de trabajos competitivos.
La gestión por competencias se transforma en un canal continuo de comunicación entre los trabajadores y la empresa. En este proceso es cuando la empresa comienza a involucrar las necesidades y deseos de sus trabajadores con el fin de ayudarlos, respaldarlos y ofrecerle desarrollo personal
Resulta tres veces más costoso para una empresa realizar una nueva contratación que retener alguno de sus activos más valiosos. Algunos datos interesantes sobre los que se ha investigado:
La no retención del talento trae aparejados costos:
Como muestra un estudio de Deloitte, también los empleados muestran su preocupación por el asunto:
Retribución y felicidad son los factores fundamentales a la hora de garantizar la continuidad de las personas en sus puestos de trabajo
Les dejo algunas preguntas que pueden ayudar para disparar nuevas ideas: