Como respuesta a este mundo VUCA (en inglés, las siglas de volátil, incierto, complejo y ambiguo) las organizaciones persiguen más que nunca generar el compromiso de los empleados que la componen. El tan anhelado “Employee engagement”, para nosotros coloquialmente se trata procurar que tengan “la camiseta puesta”.

El nivel de compromiso de los empleados para con la empresa es fundamental para alcanzar sus resultados medibles en términos económicos, pero es intangible.

Es por ello por lo que una de las mayores dificultades es encontrar la forma de medirlo apropiadamente, pues se trata de determinar el grado de felicidad de los empleados en sus puestos de trabajo, la identificación con la empresa, con su misión, y el bienestar que les provee el hecho de pertenecer a la misma.

El gran desafío para los responsables de RRHH es, en ese sentido, lograr ese estado de pertenencia en estos tiempos líquidos, sin muchas certezas.

El promedio de permanencia de los empleados en sus puestos de trabajo se reduce cada vez más.  Es por ello por lo que el compromiso termina siendo un bien escaso y también volátil, pero que, como señalamos anteriormente, aún figura entre los principales parámetros a analizar desde la gestión del área.

Veamos aquí algunas ideas para reforzar el compromiso:

Desde la implementación y el posterior seguimiento de estas ideas, deberemos definir los indicadores numéricos que nos permitirán ver si estamos bien encaminados en la construcción del tan ansiado compromiso.

Las encuestas de clima a los empleados también deberán ser diseñadas en función a los indicadores definidos para la medición de las acciones generadoras de “engagement”.

En estos contextos digitales, en los que estamos inmersos, los trabajadores están siempre a la búsqueda de un lugar que les permita sentirse valiosos y respetados. La gran oportunidad que se alcanza cuando los empleados están comprometidos y felices, es que permanecen por más tiempo en las empresas, incrementan su productividad, se disminuyen los índices de ausentismo laboral e incluso los de conflictividad, y permiten el desarrollo de un equipo de trabajo eficiente.

Cuando los empleados se sienten comprometidos, sienten una conexión emocional hacia la empresa. Esta conexión emocional, afecta el comportamiento diario y la energía que se pone en las tareas. Cuando se logra esto, existe un impacto positivo en el desempeño y en el éxito de toda organización